Entrevista al Dr. Jaime Sanz, Jefe de Oncología Médica del Hospital Marqués de Valdecilla y premio Fundación ECO a la mejor trayectoria clínica y científica.
Los principales oncólogos de nuestro país le han escogido como merecedor del Premio ECO a la Mejor Trayectoria Clínica y Científica.
¿Qué se siente tras recibir el reconocimiento de la profesión y los compañeros a toda una trayectoria profesional dedicada a la lucha contra el cáncer?
Es un privilegio que muchos se merecen y pocos lo consiguen. Recibirlo en tan importante momento de mi vida le da todavía más valor.
¿Cómo recibió la noticia de su premio?
Cuando me solicitaron el currículum vitae como nominado para participar en la selección fue una gran sorpresa. Solo por ello ya me sentí muy feliz, para mí era suficiente con estar nominado. De forma inmediata compartí la noticia con Carmen, mi mujer, como parte activa en la consecución de mis logros. Esa tarde lo celebramos tomando un café y saboreando la noticia. Cuando me informaron personalmente de la decisión final sentí eso que llaman los psicólogos “una experiencia cumbre”. Nunca había pensado con anterioridad que algo tan importante para un profesional de la medicina me pudiera estar pasando a mí.
Este galardón es el broche a una vida dedicada a los pacientes oncológicos. A las puertas de su jubilación, ¿se va con la sensación del trabajo bien hecho o cree que le quedan cosas pendientes por hacer?
Un hombre no es una isla y todos remamos en la misma galera. Sin la ayuda, la colaboración, la paciencia y las enseñanzas de mis compañeros de viaje, médicos, alumnos, residentes y personal auxiliar y de enfermería, no hubiera sido posible conseguir el objetivo. Mención aparte se merecen los verdaderos protagonistas de este evento: los pacientes y sus familias. Ellos han sido los que me han enseñado a escuchar, a callar, a no tener prisa, a ser paciente y a mantener siempre una luz al final del túnel. Han sido mis verdaderos maestros y me han ayudado a vivir el presente con la misma intensidad que ellos lo viven. Esto es un gran regalo porque sólo en el presente se es feliz. Me voy muy satisfecho porque dejo un equipo de Oncología excelente, trabajadores y grandes amigos de sus pacientes. Cualquiera de ellos tiene los conocimientos más actualizados que el que suscribe y saben acompañar a la persona hasta el final del camino. Estoy convencido de que el Servicio de Oncología de Valdecilla queda en buenas manos y conseguirá grandes logros en un futuro inmediato. Quiero darles las gracias desde este foro por la paciencia que han tenido conmigo y su extraordinaria colaboración en la atención diaria a los pacientes y sus familias.
¿A quién le pasa el testigo?.
Dentro del equipo hay personas sobradamente preparadas para dirigir el servicio con maestría y prudencia. Esta circunstancia ya la conoce la dirección y cualquier elección dentro del grupo será acertada. No hay que olvidar que a todos ellos yo ya los elegí en su momento y nunca me han defraudado.
¿Cuáles son sus planes a partir de ahora?
Es importante no ser obstáculo para que otros profesionales tengan acceso a la plaza que a mí me dejaron acceder en su momento. No es una retirada es una victoria. Tengo cuatro nietos con los que tengo que compartir muchas cosas, si Dios quiere. Un niño de 2 años siempre es un sabio, nos sorprende en cada momento. Por otra parte, seguiré practicando la música de piano que para mí es una experiencia que me hace “fluir”, como la corriente de un río. Siempre estaré a disposición del que me necesite si así lo cree oportuno.
Su servicio ha sido, y continúa siendo, un referente en Cuidados Paliativos. En su opinión, ¿existe desconocimiento sobre el dolor y el sufrimiento que padecen los enfermos de cáncer?
Tenemos una unidad integrada de Oncología que incluye los cuidados paliativos, planta y domicilio. No por afición, sino por ser una necesidad del 45% de nuestros pacientes. Tenemos una mortalidad en el área de hospitalización del 24% y conseguimos un final confortable en la gran mayoría de casos. Todos los componentes del equipo dominan perfectamente la analgesia y la sedación paliativa.
¿Qué tipo de ayuda requieren los pacientes en fase terminal? ¿Cómo se les ayuda?
En primer lugar hay que ganar su confianza, conocer lo que saben de su enfermedad y lo que no quieren saber, dejarles expresar sus prioridades y permitir que se cumplan. Esta labor de escucha activa conlleva mucho tiempo, paciencia y no tener prisa. El paciente siempre te descubre lo que desea.
Ser médico no es tanto una profesión como un modo de vida, ¿cree que dejará de serlo a partir de ahora?
El tener la capacidad de ayudar a las personas a recuperar su salud, a consolarlas, a acompañarlas, aparte de ser un privilegio es una satisfacción personal que ayuda superar los problemas de la vida diaria. El gran regalo que me llevo es saber ser feliz cada día. Todos los días, por muy complicados que nos parezcan, siempre tienen momentos buenos y hay que aprender a aprovecharlos.
¿Cuál cree que será el gran reto de la Oncología en las próximas décadas?
Creo que en estos momentos el listón está muy alto. Hemos avanzado en 50 años más que en los veinte siglos anteriores. Pero las líneas están ya trazadas. Los tratamientos personalizados según el perfil molecular de la enfermedad están llamando a la puerta. Esto supone un gran beneficio para los pacientes y mejor eficiencia del sistema. El trabajo interdisciplinar en Oncología es esencial. La Oncología no es un servicio, debe ser una red de profesionales de distintos ámbitos que trabajen conjuntamente día a día: Oncología Radioterápica, Oncología Médica, Servicio de Rayos, Medicina Nuclear, Psicólogos, Cirugía, Bacteriología, Anatomía Patológica, Análisis molecular, Urgencias, Farmacia, Farmacología, Bacteriología, Rehabilitación, Hospital de día, especialista de órgano, Cuidados Paliativos Domiciliarios, etc.
Para finalizar, ¿en qué línea cree que debe avanzar la Fundación ECO para mejorar la calidad de la Oncología?
Reuniendo y dando cancha a todos los profesionales que colaboran en la atención de los pacientes y sus familias. La Fundación ECO es un foro en una situación privilegiada para potenciar y activar las actividades oncológicas compartidas.