Entrevistas web Fundación ECO: Dr. Juan Jesús Cruz, Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca.
¿Qué le llevó a estudiar Medicina y desde cuando supo que quería dedicarse a ella?
Fue desde pequeño, posiblemente por la influencia de mi madre a la que siempre le gusto la profesión, pero en aquellos tiempos era difícil que una mujer estudiara medicina y me transmitió a mi su inquietud. Además, por el prestigio de aquellos médicos de cabecera que, aunque eran como de la familia, cuando llegaban a casa a ver un enfermo, todo el mundo estaba pendiente de sus impresiones.
¿Por qué eligió la Oncología cómo especialidad? ¿Dónde fueron sus inicios profesionales y cómo los recuerda?
Yo hice el MIR en Medicina Interna y nunca pensé en dedicarme a la Oncología. Sin embargo, hice una estancia posdoctoral en el Instituto de Tumores de Milán, para completar mi formación y escogí ese centro porque pensaba (y sigo pensando) que la Oncología es la más internística de las especialidades médicas. Después a mi regreso a Salamanca comencé a ver enfermos oncológicos y, de forma paulatina, fui centrando mi actividad asistencial en esta especialidad, cuyo titulo obtuve en 1984.
El ejercicio de la profesión, ¿es tal y como se había imaginado?
En parte si, pero es mas duro de lo que me imaginé. Ser médico te obliga, en mi opinión, a involucrarse en la problemática del enfermo. Esto, a lo largo de los años, va haciéndose más difícil y es especialmente duro en el enfermo Oncológico. Sin embargo, tiene muchas satisfacciones tanto desde el punto de vista humano, quizás en gran parte por esa relación que comentaba, especialmente intensa con el enfermo oncológico, como científico ya que la oncología es una de las puntas de lanza del avance en biomedicina.
¿Cuál es su campo de interés dentro del cáncer? ¿Qué aspectos más importantes ha desarrollado usted en este campo?
Quizás las publicaciones más importantes han sido en tumores de cabeza y cuello, fundamentalmente en terapia de inducción, que me llevo a fundar con otros colegas el grupo español de TTCC. También es área de mi interés, el cáncer de mama tanto en terapia, como en estudios de susceptibilidad genética, que ha hecho se cree en Salamanca la unidad de referencia de consejo genético en Castilla y León. Por último, cada día me interesa más la epidemiología molecular.
Además de ser jefe de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca es también presidente del Grupo Español de Tratamientos de Tumores de Cabeza y Cuello (TTCC). ¿Cuántos tumores de este tipo se detectan al año y cuál es su tasa de supervivencia? ¿A qué tipo de población afecta más y qué se puede hacer para evitarlos?
Como bien sabéis en España no hay registro de tumores, pero por aproximación y basándonos en lo pocos registros que existen, se calculan alrededor de 12.000 casos nuevos al año. La tasa de supervivencia global esta por encima del 50 %. Son tumores en los que con prevención primaria es fundamental. En la mayoría de los casos el factor de riesgo es el tabaco, potenciado por el alcohol, que si se evitasen se reducirían en más del 90 % los casos. En los últimos años están apareciendo tumores relacionados con el papiloma virus, que también se podrían evitar.
La mayoría de los tumores no tiene una predisposición hereditaria y sin embargo, existe la creencia de que si un familiar cercano ha padecido cáncer nosotros podemos heredarlo. ¿Por qué cree que sucede esto? ¿Hay una falta de información entre la población respecto al cáncer?
Es indudable que existe una falta de información adecuada, pero también es cierto que aunque la mayoría de los tumores no son hereditarios, un porcentaje de hasta un 20 % en muchos de los principales tumores, presentan agregación familiar, posiblemente por genes de baja penetrancia, además ciertos hábitos o costumbres que aumentan el riesgo de cáncer pueden ser hábitos o costumbres familiares.
Usted ha señalado en muchas ocasiones que la prevención es la principal arma en la lucha contra el cáncer, ¿en cuánto estima que se podría reducir el número de casos con una mejor prevención? La gente no tiene interiorizado que esté en sus manos el frenar el cáncer ¿cree que es un problema educativo, social, cultural…?
No cabe duda que la prevención es el arma más eficaz contra el cáncer. En algunos estudios se ha llegado a cifrar en un 60% la reducción de mortalidad por cáncer en los países occidentales, solo cumpliendo las normas más básicas del código europeo contra el cáncer.
¿Por qué no lo asumimos? Creo que por dos motivos fundamentales, el primero es que se piensa que siempre hay tiempo, para dejar de fumar, de beber alcohol etc., y por otro lado el dejar de fumar, no garantiza no tener un cáncer, y en sentido contrario hay personas que fuman y nunca desarrollan un cáncer. Esto unido a que la prevención es una apuesta a 20 o 30 años vista, es muy difícil asumirla a título personal, pero si debemos hacerlo como sociedad de cara a las futuras generaciones.
Ante la situación económica actual, ¿está en peligro la calidad de la asistencia oncológica? ¿En qué modo afectarían los recortes a la sanidad española respecto a la Oncología? (listas de espera, etc.….)
No deberían reducirse los gastos en Sanidad, quizás racionalizarlos, aunque no soy quien para asegurar nada, pero es posible que haya algún recorte, que espero y deseo no sea en lo fundamental. El gasto sanitario es una responsabilidad de todos, pero fundamentalmente de los gestores, no asumamos los médicos el papel que deben realizar otros. No estoy diciendo que no procuremos ahorrar y racionalizar el gasto, pero los responsables son los gestores.
Como investigador del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CSIC), ¿cuáles son las principales líneas de trabajo que siguen en la actualidad en este centro?
El centro de investigación del cáncer ha alcanzado niveles de excelencia gracias al trabajo de muchos grupos. Las líneas son muy diversas y van desde los aspectos más básicos del ciclo celular hasta la investigación clínica, con ensayos clínicos de los grupos que tenemos nuestro campo de actuación en el hospital, pasando por investigación traslacional de nuevas moléculas o de nuevos factores predictivos de respuesta.
¿Dentro de su actividad docente como catedrático, cuál es su opinión respecto a que la Oncología no se considere como asignatura independiente dentro de la carrera de Medicina?
En mi opinión la Oncología debe ser una asignatura troncal e independiente y que el profesor responsable sea Oncólogo médico. Pero lo verdaderamente importante no es tanto que sea así estrictamente, si no que tenga el mismo trato que otras especialidades médicas. Por ejemplo hay facultades en las que se sigue impartiendo la patología y clínica medicas conjuntamente… Pues bien, ahí no hay por qué cambiar la estructura, pero exigimos el mismo trato que a Cardiología o a Digestivo, por poner un ejemplo, aunque el modelo ideal para mi es el de asignatura troncal e independiente y, en cualquiera de los dos modelos, el profesor debe ser oncólogo médico.
Ha sido elegido nuevo presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), ¿cuáles serán las líneas que seguirá durante su presidencia? ¿Cuáles son sus principales apuestas?
Tal como esta estructurada la directiva de la SEOM, las políticas de los presidentes deben basarse en dos hechos: tratar de culminar las acciones emprendidas por la anterior presidencia y poner las bases para la siguiente. Yo he tenido la suerte de trabajar con Emilio Alba, que ha sido un extraordinario presidente y además me ha involucrado en todos sus proyectos. De su etapa es necesario seguir trabajando para que, habiendo conseguido que sea reconocida la especialidad en Europa, en lo que ha tenido mucho que ver el trabajo de la SEOM entre otras instituciones y personas, se consolide en España, para lo que es imprescindible conseguir el 5º año en la formación MIR. Otra línea clave ha sido el apoyo a los grupos cooperativos para que sigan siendo la base de la investigación clínica en España y que se haya llegado a principios de acuerdos con el CIBER. Sin duda, consolidar esta iniciativa será fundamental en los próximos años. En este sentido, también es necesario culminar el inicio de relaciones para facilitar encuentros con investigadores básicos del CNIO con los grupos cooperativos. Una de las ilusiones de Emilio Alba ha sido la creación de becas para oncólogos jóvenes en centros de excelencia, es mi intención mantenerlas y si es posible incrementarlas.
Como líneas propias, yo las dividiría en los tres aspectos claves de nuestra profesión: asistencia, docencia e investigación.
Respecto a la asistencia, mi aspiración es que logremos definir el tipo de oncólogo que necesita España y armonizar el desarrollo multidisciplinar del tratamiento del cáncer, sin perder la idea que el Oncólogo Médico es el especialista que se ocupa del paciente con cáncer como ‘un todo’. Yo revindico que el oncólogo sea la referencia del paciente con cáncer durante todo su proceso y en los primeros años del seguimiento.
Por otra parte, aunque sé es difícil, creo que desde la SEOM, debemos instar al Ministerio de Sanidad y desde ahí a las CCAA, que los posMIR que hagan estancias regladas en centros de excelencia cuando regresen a su comunidad, se reconozca ese mérito como corresponde y no como hasta ahora que en la mayoría de las OPE puntúa más estar en un hospital comarcal que en el Anderson.
En el ámbito de la docencia destacar que en el posgrado el principal papel de la SEOM junto con la Comisión Nacional de la especialidad es obtener el 5º año de formación MIR, y que el titulo de los actuales oncólogos, que es de 4 años, se arbitren formulas para su convalidación con el resto de los europeos. Pero, aparte de este tema prioritario, no debemos abandonar la formación universitaria. Me gustaría poder impulsar desde la SEOM, junto con los otros profesores de Oncología de España y sus Universidades un programa de Doctorado para oncólogos válido en todo el país.
No olvido, como ya dije y se han dado pasos desde la SEOM, la docencia en el pregrado, que debe ser impartida en todas las facultades de España con el mismo trato que otras especialidades médicas. Es una de mis obsesiones desde hace años.
Por último, y no menos importante es la investigación. Debemos potenciar en lo que podamos a los grupos cooperativos desde la SEOM y lograr acuerdos que faciliten su implantación en algunos casos, su mejora en otros y su mantenimiento en muchos.
Debemos iniciar y facilitar encuentros con investigadores básicos para integrar la investigación en España, por ejemplo iniciar y facilitar encuentros con investigadores del CNIO. Debemos tener mas peso en los centros de decisión de la investigación oncológica en España.
¿A qué ha renunciado para llegar su posición actual?
Pienso que es difícil responder a esta pregunta. La vida discurre de forma secuencial e imparable y no recuerdo ningún momento en que te planteas renunciar a esto o a lo otro, si no que vas haciendo cosas y en un momento determinado te das cuenta que no has hecho alguna cosa que sí te gustaría haber hecho o deberías haber realizado. Es posible que haya renunciado a algún hobby, pero espero no haber robado mucho tiempo a la vida familiar, cuando menos en momentos importantes.
¿Qué le gustaría hacer cuando deje de ejercer?
Francamente no me lo he planteado aún.
¿Qué papel considera que tiene la Fundación ECO en el progreso de la oncología?
Creo que un foro como este, compuesto por profesionales del máximo nivel y con el espíritu que se creó, abierto a distintas opiniones o corrientes de todos los actores que intervienen en la Oncología, es y seguirá siendo fundamental para el desarrollo de esta parcela de la medicina.
¿Qué queda por hacer para ofrecer una asistencia oncológica basada en la excelencia?
Pienso que aun muchas cosas. Los servicios de Oncología son parte fundamental del sistema sanitario y por tanto de la asistencia oncológica, sus integrantes han logrado que la Oncología española esté en niveles importantes dentro de la europea, pero no podemos pensar que hemos alcanzado la excelencia. Creo es necesario que los oncólogos estén mas implicados en la investigación traslacional y para ello se necesita algo muy simple, que el oncólogo se pueda parar a reflexionar sobre lo que ha visto y lo que está pasando con el enfermo, con el ensayo etc., para eso se necesita tiempo….la asistencia es clave, pero no es la única función del oncólogo, es fundamental la investigación y la docencia. Sin buena investigación no hay asistencia de excelencia y por tanto tampoco docencia. Las plantillas hospitalarias deben estar diseñadas para estas tres funciones, si no, no se alcanzará nunca la excelencia.