Entrevista al Dr. Mariano Provencio Pulla, jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid y presidente de GECP y Grupo GOTEL
TITULAR: “La Fundación ECO ha encontrado un lugar de discusión, de reflexión, de calidad y de capacidad de influir en la sociedad”
Su currículum refleja una larga trayectoria de dedicación al cáncer. Cuando era niño, ¿quería ser médico de mayor?
Siempre me gustaron las disciplinas sociales, cuestiones humanitarias y de ayuda. La Medicina era una de ellas y junto con Periodismo y Arquitectura eran mis opciones, como ve, muy diferentes.
¿Por qué eligió la Oncología?
En los años que yo estudiaba la carrera de Medicina, la oncología como disciplina no existía en las facultades. Solo teníamos noción de ella, a través de las distintas asignaturas. La primera vez que me fijé como entidad única fue leyendo la revista “Oncología 80”, o algo así se llamaba, que recibí de forma gratuita en la facultad. Allí empecé a pensar que esto era algo distinto y único. Lo creo, es una especialidad maravillosa.
En su opinión, ¿cómo ha cambiado la asistencia que reciben los pacientes de cáncer en estos veinte años?
Radicalmente. Todavía recuerdo cuando apareció el primer artículo que propugnaba el tratamiento en cáncer de pulmón, en colon, GIST, mutaciones de EGFR… La alegría de cada descubrimiento y conocer los medicamentos por sus números previos a la comercialización: (por ejemplo, ET 749). Se ha avanzado muchísimo, ahora llegamos a curar enfermedades diseminadas, alargar la vida de muchos pacientes… Hay un libro que todo residente debería leer que es “El Emperador de todos los males”. Cuenta cómo la primera combinación de quimioterapia se hace en la enfermedad de Hodgkin, y los nombres eran de oncólogos: De Vita, Canellos, Frei… No digo más.
¿Y cómo ha cambiado la investigación en este tiempo?
Se ha hecho sólida, bases racionales de lo que ahora tenemos. Se defienden los derechos de los pacientes, la integridad, autonomía, se han descubierto trampas, que también han existido. Recuerdo la ola a favor del trasplante de médula ósea en cáncer de mama, en los inicios de los 90, cuando apresuradamente se sumó a ella mucha gente, con poca evidencia. Todo nos tiene que hacer reflexionar, incluso o todavía más, los errores.
¿Qué opina de la situación de la sanidad actual? ¿Cómo ve su futuro?
Yo creo que la sanidad es un derecho de la población. Si uno paga impuestos y pregunta qué destino preferente considera, el universal será ese. Por tanto, es un derecho, no una concesión. La sanidad nos cuesta dinero. Nadie nos la da gratis, la pagamos todos. Por tanto, se debe exigir y reclamar buena gestión. Se liga sanidad a gasto, y claro así es. Pero la mayor parte del problema viene por una deficiente gestión, y ahí, incluiría la fragmentación autonómica. En un país tan pequeño como España no tiene sentido la falta de políticas sanitarias estratégicas uniformes. El futuro, obligará a los políticos a ello, pues la población no va a permitir que, por una mala gestión, se privatice el sistema, creo yo.
¿Qué opinión le merece la Estrategia de Medicina de Precisión que comienza a gestarse en el Senado?
No tengo mucha idea de qué objetivos persiguen, he visto a mucha gente diversa y no tengo claro que ese sea un buen método de análisis. Para solucionar un problema se requiere un diagnóstico, y para ello, reflexión, estudio y análisis de situación. Si al cabo de unos meses no sacan nada en claro, habremos perdido dinero. Lo que hablaba de la gestión antes.
Como presidente del GECP, ¿cuáles son los principales avances que se han producido en el tratamiento del cáncer de pulmón en España?
Somos un gran grupo cooperativo. 460 miembros, 162 hospitales asociados, el 20% en los último 3 años, el primero en España en publicaciones internacionales y segundo en comunicaciones, más de 20.000 pacientes incluidos en ensayos clínicos. Su carácter es inclusivo e integrador. Queremos ser referente en todo lo que atañe al cáncer de pulmón en España, desde investigación, docencia y participar en aquellas labores de gestión que se nos pregunte. El GECP ha desarrollado terapias dirigidas esencialmente a la mutación de EGFR y su trascendencia en tratamiento de la enfermedad metastásica, pero durante años hemos trabajado buscando medicina personalizada. Ahora, tenemos 22 ensayos clínicos abiertos y más de la mitad son propuestas de nuestros socios. Nos esperan años llenos de ilusión.
Recientemente ha recibido el Premio del Año de la Real Academia Nacional de Medicina, ¿qué ha significado para usted?
Ha sido muy gratificante. Primero, procede de una institución de un enorme prestigio. Luego, me llega relativamente joven, es un estímulo para continuar y una responsabilidad, pues, de pronto, donde antes estaban tus referentes, apareces y te abruma un poco. Me ha dado mucha alegría, sí.
Para finalizar, ¿cuáles son los valores que aporta Fundación ECO al progreso de la Oncología?
Yo creo que la Fundación ECO ha logrado abrirse camino en un momento y una situación difícil. Parecía que no hubiera sitio para más cosas y la Fundación lo ha encontrado, como lugar de discusión, de reflexión, de calidad y, porqué no decirlo, de poder, de capacidad de influir en la sociedad. Eso es bueno, pues nos refuerza como colectivo y, finalmente, aunque cambien de presidentes, hay una gran continuidad en la línea editorial de la misma, lo que contribuye a que su poder vaya creciendo. Sólo hay que ver cómo logra reunir a las personas más influyentes del país.
DESTACADOS:
“Creo que la Sanidad es un derecho de la población. Se debe exigir y reclamar una buena gestión”
“En el Grupo Español de Cáncer de Pulmón hemos desarrollado terapias dirigidas esencialmente a la mutación de EGFR y su trascendencia en tratamiento de la enfermedad metastásica. Ahora, tenemos 22 ensayos clínicos abiertos”
“El Premio de la Real Academia ha sido muy gratificante, donde antes estaban tus referentes, apareces tú y esto te abruma un poco”