Dr. Manuel Codes, oncólogo y consejero emérito de la Fundación ECO
Fiel a su esquema de excelencia y calidad en el campo de la Oncología en toda su estructura y de la mano de laboratorios Kern Pharma, la Fundación ECO quería organizar una reunión con los principales líderes de opinión en el campo de la Oncología Médica de toda España con el propósito de valorar la calidad de los biosimilares y actualizar los conocimientos de este tipo de fármacos, que ya son una realidad y se empiezan a encontrar instaurados en nuestra práctica clínica diaria.
2. El debate con los biosimilares se centra en tres ejes: eficacia, seguridad y ahorro de costes. ¿Qué temas se abordaron durante la jornada?
Durante la jornada, valoramos la evidencia científica que hay en torno a los tres biosimilares más importantes en el terreno de la Oncología Médica que ya están implantados en Europa: como son Trastuzumab, Rituximab y, de reciente incorporación, Bevacizumab. Evaluamos la eficacia, la toxicidad, el ahorro y la seguridad, temas muy importantes de cara a buscar nuevas fórmulas que garanticen la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario sin renunciar a los resultados que conferían los fármacos biológicos iniciales.
3. Desde su punto de vista, ¿cómo se puede integrar los biosimilares en la práctica oncológica?
Se pueden integrar de manera fácil. En el último Simposio de Revisiones en Cáncer en Madrid, comentábamos que una de las principales problemáticas en este terreno versa en torno al acceso de este tipo de fármacos en los hospitales: el oncólogo, así como los servicios de farmacia en los hospitales, deben jugar un papel imprescindible en la elección del biosimilar fijándose en su principio activo; por su parte, la dirección de gerencia debe ayudar a que se incorporen con celeridad. Otra de las cuestiones que se plantean a la hora de introducirlo en la práctica clínica es su intercambiabilidad con respecto a tratamientos con fármacos biológicos.
4. En este sentido, la Sociedad Española de Oncología Médica reconoce y valora la introducción de este tipo de medicamentos. Sin embargo, no recomienda el cambio de un fármaco biológico por uno biosimilar una vez se haya iniciado el tratamiento. ¿Qué opina sobre su intercambiabilidad?
La recomendación de SEOM hay que tenerla en cuenta de cara al paciente, más que por la evidencia científica en fármacos que ya han demostrado su eficacia. El paciente ya está habituado a un determinado tipo de fármaco y a unas determinadas pautas de administración, con lo que el cambio puede provocar desconcierto, temor y una especie de rechazo psicológico. Por ello, gran parte de hospitales de España están optando por la introducción del biosimilar en el inicio del tratamiento.
5. ¿Cuáles son los medicamentos biosimilares que han dado resultados más prometedores en este campo? ¿En qué tumores se está utilizando este tipo de fármacos?
Actualmente, está plenamente incorporado en la práctica clínica el Rituximab, que se maneja en linfoma tanto de bajo grado como células b grandes, con estudios que avalan su eficacia y el perfil de seguridad. El Trastuzumab es un fármaco de manejo diario en el cáncer de mama y, por su parte, el Bevacizumab llegará a España en breve, tras su reciente aprobación. Este último fármaco se puede utilizar en muchísimas neoplasias como el cáncer colorrectal, en tumores cerebrales, cáncer de pulmón… con lo que puede suponer un ahorro importante para el sistema sanitario.
6. Uno de los aspectos más destacados de los biosimilares es, precisamente, el ahorro que supone su incorporación. En este sentido, según la Asociación Española de Biosimilares, estos fármacos supondrán un ahorro de 1.500 millones para el Sistema Nacional de Salud (SNS) entre 2017-2020. ¿Considera que su introducción contribuye a la sostenibilidad de nuestro sistema? ¿Por qué?
Sin lugar a duda contribuiría. Estamos viendo a qué velocidad está avanzando el campo terapéutico en Oncología Médica en todos los tumores. La introducción y la aprobación de fármacos biológicos nuevos con evidencia científica y beneficio para un determinado grupo de pacientes es un hecho, pero el coste de estos fármacos es muy alto. Por ello, la incorporación de los biosimilares supondrá un acceso a tratamientos punteros y un ahorro para nuestro sistema sanitario, en la búsqueda de la sostenibilidad de este.